budismo.com Centro Budista de la Ciudad de México
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“Señora, ¿cuál es la contraparte del sentimiento placentero?”.
“Amigo Visakha, el sentimiento doloroso es la contraparte del sentimiento placentero”.
“¿Cuál es la contraparte del sentimiento doloroso?”.
“El sentimiento placentero es la contraparte del sentimiento doloroso?”.
“¿Cuál es la contraparte del sentimiento que no es doloroso ni placentero?”.
“La ignorancia es la contraparte del sentimiento que no es doloroso ni placentero”.
“¿Cuál es la contraparte de la ignorancia?”.
“El verdadero conocimiento es la contraparte de la ignorancia”.
“¿Cuál es la contraparte del verdadero conocimiento?”.
“La liberación es la contraparte del verdadero conocimiento”.
“¿Cuál es la contraparte de la liberación?”.
“El nirvana es la contraparte de la liberación”.
(Ibíd., v.29, p.403).

En otras palabras, hay un ciclo samsárico, una tendencia reactiva dentro de la existencia condicionada en la que los estados simplemente pasan a ser sus opuestos y hay, también, una tendencia nirvánica, creativa o espiral en la que los estados mentales positivos se pueden ir incrementando.

El Buda certifica la sabiduría de Dhammadina
“¿Y a qué da lugar el nirvana?”, preguntó Visakha. “Ya has llevado este tipo de preguntas demasiado lejos”, respondió Dhammadina, “no te has dado cuenta que hay un límite para tales preguntas. La vida espiritual culmina en el nirvana y ése es el final. Si quieres, ve con el Buda y pregúntale. ¡Luego, recuerda lo que te diga!”.

Complacido con lo que le dijo su ex-esposa Visakha fue a ver al Buda y le repitió lo que platicó con ella. “Dhammadina es verdaderamente sabia, Visakha”, declaró el Buda, “si a mí me hubieras hecho algunas de esas preguntas yo te las habría explicado de la misma manera. Deberías recordar lo que ella te ha dicho”.

Tenemos aquí un raro ejemplo de una enseñanza dada por una discípula femenina a la cual se le confiere el estatus de budavachana, “palabra del Buda”. Cuando él afirmó que lo habría enseñado del mismo modo que ella lo hizo, el Buda otorgó a las enseñanzas de Dhammadina el sello de autenticidad canónica.

Auténtica liberación femenina
Los versos de Dhammadina que aparecen en el Therigatha también hacen eco a las palabras del Buda. Ella toma los versos del Buda (que aparecen en el Dhammapada) y los transporta al género femenino.

Con el deseo de poner fin al sufrimiento,
con total atención,
ése es el modo.

Cuando su corazón no está
apegado al placer, decimos,
“Esa mujer ha entrado en la corriente”.
(Susan Murcott, The First Buddhist Women, Parallax, Berkeley 1991, p. 64).

Fuente: Teachers of Enlightenment, Kulananda, Windhorse Publications.

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